Cheesecake saludable de fresa (sin azúcar y un extra de proteínas)


Ayer os dejé en Instagram un adelanto de la receta de hoy y, por lo que he visto, os encantó. Muchísimas gracias. Espero que la pongáis en práctica muy pronto porque, además, es fresquita y no necesita horno. Os explico un poquito en qué va a consistir, porque es algo diferente de lo que suelo elaborar en mi día a día:

Como os anunciaba, se puede decir que estamos ante una de mis primeras incursiones en el universo de la repostería saludable. Una incursión que ha resultado de lo más satisfactoria.


Confieso que dedicándome profesionalmente a la pastelería más tradicional, el mundo de los postres fit se me escapa, y ciertas elaboraciones no las llego a entender bien. El uso de determinadas grasas de extraña procedencia en sustitución de una mantequilla de calidad o de nuestro aceite de oliva virgen extra no lo comprendo. Tampoco entiendo el empleo de edulcorantes súper procesados y polvos hiperproteicos de sabores rarunos en detrimento de cualquier tipo de azúcares naturales no refinados (miel, panela...). Y es que, a mi entender, lo procesado y lo saludable son antagónicos. Probablemente esté equivocada, pues como os dicho, soy una pazguata en este terreno y seguro que tienen sus razones para su uso.

Anyway, basándome en que soy una neófita de esta repostería y en mis ínfimos conocimientos de nutrición (desde adolescente me ha interesado mucho esta disciplina, de hecho, fue ese interés el que me movió a estudiar Farmacia -pero que finalmente abandoné por el Periodismo-), os dejo una tarta de queso sin horno que, a mi entender, perfectamente se podría incluir dentro del cajón de los postres saludables.


Para elaborar la base he utilizado la galleta de almendra y caramelo salado, de Kookie Cat Cookies (que recibí en la caja Diet Box del mes de mayo) y para el relleno, el batido proteico de fresa (sin azúcar añadido) de Barebells, que también recibí dentro de la Diet Box de mayo (os he colocado la botellita en las fotos par que sepáis qué batido es el que he empleado).

Me han sorprendido muy gratamente tanto el sabor como la textura, que ha quedado súper cremosa y tierna.

Para endulzar el pastel he utilizado dátiles. En decenas de ocasiones os he comento lo mucho que me gusta este fruto que pocas veces falta en mi despensa: ya sea para ensaladas o como tentempié a media mañana, me encanta. Y no es la primera vez que lo utilizo como endulzante, ya lo hice con el bizcocho integral de kiwi y semillas de amapola, y quedé muy satisfecha con el resultado.


Quizá por el hecho de no ser una comensal excesivamente golosa -o por vivir rodeada de pasteles-, los dulces sin azúcar o con una cantidad muy reducida de este me gustan incluso más que aquellos con una cantidad importante de azúcar. Y es que los dátiles endulzan, sí, pero sin la potencia del azúcar refinado y, al mismo tiempo, nos aportan vitaminas, minerales y fibra.

Espero que os guste mucho y la pongáis en práctica pronto (no necesita horno, por lo que el calor no es excusa) porque el resultado no puede ser más delicioso y apetecible.



Cheesecake saludable de fresa (sin azúcar y un extra de proteínas):

INGREDIENTES
- Para la base:

  • 1 galleta (50g) Kookie Cat Salted Caramel (está endulzada con azúcar de coco, el cual es apto para diabéticos por su bajo índice glucémico)
  • 20g de almendra molida
  • 20g de mantequilla, fundida


- Para el relleno:

  • 400g de queso crema
  • 80g de dátiles triturados
  • 150g de batido proteico de fresa Barebells (sin azúcar)
  • 6 hojas de gelatina
  • 1 cucharada de copos de avena finos


- Para la cobertura:

  • 60g de chocolate negro para postres, sin azúcar añadido
  • 50g de leche entera
  • 1 nuez de mantequilla, a temperatura ambiente
  • Frutas rojas variadas y almendras


PREPARACIÓN
- Para la base:

  1. Desmenuzamos la galleta hasta convertirla en migas. Mezclamos con la almendra y la mantequilla hasta que todos los ingredientes estén integrados. 
  2. Cubrimos con esta mezcla la base de un molde desmontable de unos 16cm, engrasado y con la base cubierta con papel vegetal. Apretamos bien y reservamos dentro de la nevera.



- Para el relleno:
  1. Hidratamos en un bol amplio con agua las hojas de gelatina.
  2. Por otra parte, batimos el queso hasta que no tenga grumitos. Añadimos los dátiles hechos puré y mezclamos muy bien. 
  3. Calentamos en el microondas unos segundos el batido de fresa. Añadimos las hojas de gelatina, de una en una, y removemos muy bien. Añadimos al bol donde tenemos el queso y los dátiles, y batimos.
  4. Por último, agregamos los copos de avena.
  5. Vertemos dentro del molde y llevamos a la nevera hasta el día siguiente.


- Para la cobertura: 

  1. Picamos el chocolate y lo añadimos a un bol.
  2. Calentamos la leche justo hasta que entre en ebullición. Vertemos poco a poco sobre el chocolate y removemos hasta que el chocolate esté completamente fundido. Agregamos la mantequilla e integramos también.
  3. Desmoldamos la tarta y vertemos encima la ganache. Decoramos con frutas y almendras picadas.

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