Roscón de Reyes de calabaza



No me he vuelto loca -o aún no del todo-. Soy plenamente consciente de que estamos a mediados de febrero del año 2017. Pero no he podido resistirme a hornear un roscón de Reyes a estas alturas. 

Esperar diez meses hasta las próximas navidades es demasiado tiempo... 



La idea empezó a rondar en mi cabeza a partir de que Cris, autora del blog Bizcocheando, publicara en su Instagram una foto de un roscón porque, decía, tenía antojo de él. "¿Estoy muy loca? ¿Alguien me comprende", preguntaba. Por supuesto que la comprendía. Porque en ese momento, recordé el tipo de roscón que quise probar este año. Tuve la intención de hacer el mismo que el año pasado, pero incorporándole puré de calabaza a la masa. Finalmente, entre cursos varios y el proyecto final del curso de Experto en Pastelería Profesional, mi idea pasó al olvido. Pero sólo hasta este mes. Gracias al post de Cris, regresó a mi mente la idea y se me creó la imperiosa necesidad de probarlo. Y en cuanto he tenido la oportunidad, (¿qué mejor ocasión que San Valentín?) me puse manos a la obra. 


Y aquí está. Mi roscón de Reyes de calabaza, una masa súper esponjosa, con una miga húmeda y jugosa, que permanece tierno durante varios días. Y el sutil sabor de la calabaza os aseguro que va de perlas con el aroma del agua de azahar. De verdad, es la mejor masa que he probado para un roscón de Reyes. 


Os animo encarecidamente a que lo hagáis en vuestras casas. No sé si será por haberlo elaborado a destiempo o porque verdaderamente es una ricura de masa, pero me ha sabido mejor que ningún otro. 

Después del rotundo éxito de este roscón, no descarto hornear alguno que otro más de aquí a verano. Aquí queda dicho.

El que avisa no es traidor...



Roscón de Reyes de calabaza:
Receta adaptada de ésta.

INGREDIENTES
- Para el fermento:
  • 100 g de harina de fuerza
  • 60 g de leche tibia
  • 2 g de levadura
- Para la masa final:
  • 162 g de fermento o madre
  • 330 g de harina de fuerza
  • 60 g de leche cocida con canela y cítricos
  • 2 huevos 
  • 50 g de azúcar
  • 30 de miel
  • 120g de puré de calabaza
  • 80 g de mantequilla
  • 15 g de levadura prensada 
  • 3 cucharaditas de zumo de naranja recién exprimido
  • 2 cucharaditas de agua de azahar
  • 5 g de sal

- Para decorar:
  • Huevo batido
  • Calabaza confitada
  • Naranja confitada
  • Azúcar con agua de azahar


PREPARACIÓN
- Para el fermento:
  1. La noche anterior, mezclamos la harina, la leche y la levadura y amasamos ligeramente, simplemente para mezclarlo bien. 
  2. Dejamos reposar media hora y, después, lo introducimos en el frigorífico hasta el día siguiente.


- Para la masa final:
  1. La noche anterior preparamos también la leche. Para ello cocemos unos 100g de leche entera con una ramita de canela y dos trozos de cáscara de limón. Lo dejamos enfriar y lo reservamos en la nevera.
  2. Al día siguiente, mezclamos todos los ingredientes de la masa excepto el azúcar y la mantequilla, amasamos en tres pasos: Primero 5 minutos tal cual; después 5 minutos en los que se va incorporando el azúcar en dos veces, hasta que cada vez no se noten grumos; finalmente, incorporamos la mantequilla fría (en dados) y amasamos otros 15 minutos, hasta que la masa haya absorbido toda la mantequilla y quede lisa.
  3. Dejamos fermentar unas dos horas. Desglasamos y boleamos.
  4. Esperamos 15 minutos y le damos la forma deseada.
  5. Fermentamos otras dos horas y media o tres, que casi triplique su volumen.
  6. Pincelamos con huevo batido, decoramos y cocemos a 180ºC durante unos 20-25 minutos (horno precalentado). Dejamos enfriar sobre una rejilla.

¡¡Un besazo!! =D

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