Pear Küchen



Suena raro. Lo sé. Para mí también. De hecho, he tenido que indagar un poco para saber de qué se trata. 

Por lo visto, la palabra küchen es el equivalente a cake o pastel. De procedencia alemana, existen múltiples variedades, pero con una característica en común: no tienen ni rellenos ni coberturas. A pesar de que predominan las variedades dulces, también existen küchen salados. 

Como veréis en las imágenes, el que yo he preparado tiene apariencia de coffee cake, pero también existen küchen similares al apple pie, al cheesecake (pero con masa fermentada y relleno de fruta y crema de queso tipo quark) o con las características de un nut roll.




En cuanto a su historia, se hizo especialmente popular en las zonas de Estados Unidos en las que se establecieron asentamientos de alemanes, como Montana, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Kentucky, Indiana, Minnesota y Wisconsin. En los años cincuenta del siglo XIX los colonos germanos lo introdujeron en la cocina chilena, y se generalizó la receta que le añadía frutas, como la manzana. Es el conocido como apfelkuchen.


En definitiva, un pastel exquisito y, a mi juicio, muy original, ya que su base es una masa fermentada, cuando lo habitual es que nos encontremos pasteles hechos a partir de masas batidas. Además, esta esponjosa base está acompañada por unas dulces peras "rebozadas" en una mezcla de azúcar moreno, mantequilla, avellanas y canela. En definitiva, un conjunto, excelente. Ideal para el desayuno o la merienda. 



Pear Küchen:
Receta adaptada de Gourmet, septiembre de 2006

INGREDIENTES 
- Para la masa:

  • 80mL de leche entera, templada
  • 80g + 1 cucharada de azúcar
  • 1 y 1/2 cucharaditas de levadura deshidratada de panadería (1 sobre)
  • 280g de harina 
  • 1 huevo
  • 1 yema de huevo
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 115g de mantequilla, a temperatura ambiente, cortada en dados


- Para la cobertura:

  • 2 peras grandes, peladas, descorazonadas y cortadas en 8 trozos cada una
  • 2 cucharadas de mantequilla fundida
  • 2 cucharadas de azúcar moreno
  • 2 cucharadas de pan rallado
  • 3 cucharadas de avellanas tostadas y picadas no muy finas
  • 1/2 cucharadita de canela en polvo


PREPARACIÓN 
- Para la masa:

  1. Comenzamos mezclamos la leche con una cucharada de azúcar. Espolvoreamos la levadura y dejamos que esta actúe durante unos 5 minutos.
  2. Añadimos 40g de harina y mezclamos a velocidad media hasta que se integre. Agregamos el huevo, la yema, la sal y los 80g de azúcar restantes, y batimos hasta conseguir una mezcla homogénea. Reducimos la velocidad al mínimo y, poco a poco, vamos añadiendo el resto de la harina.
  3. Subimos la velocidad a media y añadimos la mantequilla. Seguimos batiendo hasta que la masa esté brillante y forme hebras desde el gancho a las paredes del bol (durante un mínimo de 5 minutos). La masa tiene que quedar muy suave y algo pegajosa.
  4. Pasamos la masa a un bol engrasado y lo cubrimos con papel film. Dejamos que repose en un lugar cálido hasta que doble su volumen (yo lo tuve toda la tarde fermentando).


- Para la cobertura:

  1. Mientras la masa crece, vamos cociendo las peras. Para ello, precalentamos el horno a 200ºC.
  2. Extendemos las peras, cortadas en octavos, en una fuente apta para el horno, y cocemos durante 45 minutos a 200ºC. Dejamos enfriar y reservamos.
  3. Cuando la masa ya esté lista, precalentamos el horno a 180ºC.
  4. Bajamos la masa, y la extendemos sobre la base de un molde redondo de 23cm de diámetro engrasado con un poquito de mantequilla.
  5. Por otro lado, en un pequeño bol, mezclamos el resto de ingredientes para la cobertura. Espolvoreamos la mitad de esta mezcla sobre la masa, procurando dejar unos 2-3 centímetros libres a los lados. 
  6. Rebozamos las peras en la mezcla de azúcar y canela restante, y las colocamos en el centro del pastel. 
  7. Horneamos 40 minutos a 180ºC o hasta que la superficie de la masa esté bien dorada y crujiente. Dejamos templar antes de desmoldar. Servimos a temperatura ambiente.



Un beso muy fuerte!!! 

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