Típica tarta de queso elaborada con leche, nata y cuajada. La base con la que la he preparado es masa quebrada congelada. En este caso, esta tarta no es para nada light, al contrario. Lleva bastante grasa, para qué engañarnos. Pero como todavía quedan unos meses hasta lucir tipito en la playa o la piscina, estamos a tiempo de darnos algún que otro capricho. Es importante prepararla de un día para otro para que quede perfectamente cuajada. Y curiosamente, el sabor es muy parecido al del helado "Cheesecake" de "Nestlè".
INGREDIENTES
- 1 lámina de masa quebrada congelada
- 560mL de leche entera
- 400mL de nata de montar (35% materia grasa)
- 175g de queso de untar (yo utilicé semidesnatado, pero no importa, utilizad el que tengáis)
- 160g de azúcar blanco
- 1 sobre de cuajada
- sirope de fresa preparado (para decorar y darle sabor)
PREPARACIÓN
- Descongelar la masa quebrada. A continuación, amasarla ligeramente hasta que quede del tamaña deseado. Colocarla sobre un molde desmontable de paredes altas (de 24 cm de diámetro). Y pinchar la masa con un tenedor.
- Introducir la masa en el horno durante 15 ó 20 minutos a 200ºC, o hasta que veamos que la masa está cocida.
- Mientras, añadir a la cazuela que vayamos a poner al fuego la nata, la leche, el queso, el azúcar y el sobre de cuajada.
- Batirlo todo con la batidora eléctrica hasta que todos los ingredientes se hayan incorporado y quede una mezcla homogénea.
- Poner la mezcla batida al fuego. Remover constantemente para que no se nos pegue en el fondo de la cazuela. Cuando comience a hervir, retirar del fuego.
- Verter esta mezcla sobre la masa horneada y dejar enfriar.
- Cuando esté fría la tarta, dejarla reposar en el frigorífico hasta el día siguiente.
- Antes de servir, verter por encima el sirope de fresa, al gusto. Finalmente, le espolvoreé unas virutas de colores, para darle más color.
Hice una tartita pequeña con los recortes de masa (para aprovecharlo todo):
¡¡que rica tarta!! me encanta
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