Manzanas de caramelo


Hacía mucho que no me pasaba por aquí, pero es que no paro. Estos últimos fines de semana (para mí, domingo y lunes) no han sido tales. Han sido una extensión de la semana laboral. Dos semanas y media sin descanso, que ayer a mediodía tuvieron su recompensa. Entregué la última tarta de la semana, ¡¡¡y me fui a tomar una cervecita con unas tapitas a mediodía por el centro!!! Seguro que no os parece nada del otro mundo, nada reseñable, pero para mí supone muchííííísimo. Os lo aseguro. ¡Qué relax! Algo tan simple, que hasta hace un par de años hacía todos los domingos, casi sin excepción, ahora se ha convertido en un artículo de lujo, que ya casi había olvidado. Algo tan básico me ha supuesto todo un chute de energía y aire fresco. Por eso, con este ánimo renovado, agarro el teclado, y os dejo una nueva recetita que estoy segura de que os va a encantar.

Es una receta hiper-mega fácil, una de las más sencillas y rápidas que encontraréis en este blog, y que elaboré hace mil años (bueno, quizá no tanto, pero sí allá por navidades), y que aún no había encontrado la ocasión para compartirla con vosotros. Hoy os enseñaré cómo hacer manzanas de caramelo en casa.





Estoy segura de que buena parte de los que estáis leyendo este post las habréis comido infinidad de veces en ferias o en vuestra juventud (este dato lo sé por mi madre ^_^, que dice haber sido una fan incondicional de estas manzanas cuando era niña). Bien, pues yo no. Jamás las había probado. He de decir que tampoco he sido una asidua de las ferias (nunca me han hecho gracia), y que solo las conocía de oídas y por fotos. Por eso, cuando estas navidades me encargaron una decena de manzanas de caramelo para decorar una mesa dulce, me eché las manos a la cabeza. Lo primero que se me vino a la mente fue que no sería capaz de que me quedaran con ese aspecto tan apetecible y brillante que se ve en las imágenes que rulan por Internet (os recuerdo que yo nunca las había visto al natural). Tras unos minutos de dudas, y la dosis justa de pánico, consulté varias recetas, y me asombró que todas parecían bastante sencillas. No podía ser una elaboración tan fácil. ¿Dónde está el truco?, pensé. Pero no había truco. Me puse manos a la obra, y os aseguro que salen la mar de preciosas, vistosas, llamativas y apetecibles, y solo hay que elaborar un poco de caramelo. Alucinante.

Y ahora que estamos a las puertas de que empiecen las comuniones, para las que están tan de moda las mesas dulces, me parece una idea encantadora que podéis incluir en ellas. Espero que os guste. Ya me contaréis. ;)

Yo seguí la receta de Divina cocina. Pero preparé una docena de manzanas, por lo que las cantidades de la receta original las encontraréis aquí multiplicadas por tres.



Manzanas de caramelo (para 12 unidades):
Receta de Divina cocina.

INGREDIENTES

  • 12 manzanas rojas (yo usé Pink Lady)
  • 900g de azúcar
  • 150mL de agua
  • 300g de mantequilla sin sal
  • Colorante rojo en pasta
  • El zumo de un limón y medio


PREPARACIÓN

  1. Lavamos y secamos muy bien las manzanas. Eliminamos el rabito, y les clavamos un palillos grueso. Yo utilicé unos palillos chinos de bambú.
  2. En una cazuela, calentamos a fuego lento el azúcar, el agua y el zumo de limón. Cuando el azúcar esté fundido, añadimos la mantequilla en dados, y seguimos calentando a fuego lento, removiendo con una cuchara de madera, hasta que se forme un caramelo bien doradito. Retiramos del calor, y añadimos media cucharadita de colorante. Removemos para integrarlo bien.
  3. En la misma cazuela, pero ya fuera del fuego, iremos bañando nuestras manzanas, agarrándolas por el palito. Las colocamos sobre una superficie cubierta con papel vegetal, y las dejamos secar toda una noche.

Un besote, queridos.

Comentarios

  1. Wooow que ricas esas manzanas ya no hace falta ir a la feria para comprarlas.
    Un beso

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