Tarta de miel con un toque de sal


Por fin publico esta receta. Pensé que no iba a llegar nunca este día. ¡¡Y es que la horneé hace, por lo menos, mes y medio!!

¿Recordáis la tarta Lady Baltimore? Era una layer cake con dos capas de bizcocho, rellena y cubierta de merengue italiano y frutas deshidratadas maceradas en ron. Pues bien, la tartaleta que tenéis en vuestras pantallas la preparé con el único objetivo de aprovechar las yemas de huevo que, por entonces, quedaron descabaladas en la nevera. 





Para la base, utilicé la misma masa dulce y con mucha mantequilla que preparo siempre; y como relleno, una jugosa crema de miel, del blog Life, Love and Sugar.

El resultado fue una tarta tan extraordinaria y suculenta, con una pinta tan excelente y un aroma tan apetitoso, que tras hornearla no pude evitar sacar pañitos, platitos y atrezzo vario para hacerle las fotos correspondientes para su posterior publicación en este, mi querido, blog.

¿Qué os parece?

¿Tiene buena pinta, verdad?


Y antes de despedirme y dejaros con todos los pormenores de su elaboración, os hago una recomendación. Por favor, usad una BUENA MIEL. Una miel que sea lo más natural posible. Evitad, por todos los medios, esas que comercializan los supermercados en envases de plástico que no saben a nada. Emplead una miel aromática, casera. Mieles que con solo abrir el tarro emanan aroma a flores. Yo uso, siempre, sin excepción, la miel de flores de La Alberca, una localidad salmantina ubicada en la Sierra de Francia -un entorno natural donde hay una amplísima variedad de flora, lo cual se nota en estos productos-. Yo aún no he encontrado una mejor. Como os digo, es alucinante el aroma que irradia nada más abrir el tarro. Imagino que a quienes no viváis próximos a Salamanca os será complicado dar con esta miel, pero seguro que cerca de vuestros lugares de residencia existen otras alternativas de una excelente calidad que, como esta que os recomiendo, se producen de manera natural.


Tarta de miel con un toque de sal:
INGREDIENTES (para un molde de 36 x 13cm)
- Para la masa:

  • 200g de harina, tamizada
  • 40g de azúcar glas
  • 100g de mantequilla, fría y cortada en cubos
  • 1 huevo L
  • Sal


- Para el relleno:
Receta de Life, Lofe and Sugar

  • 4 yemas de huevo, ligeramente batidas
  • 600mL de nata líquida para montar
  • 144g de light brown sugar
  • 40g de maicena
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 140g de miel (yo, miel de flores)
  • 2 cucharaditas de vainilla en pasta
  • sal marina en escamas


PREPARACIÓN
- Para la masa:

  1. Echamos en un bol la harina y el azúcar glas, y agregamos la mantequilla. Mezclamos con la punta de los dedos hasta obtener una masa arenosa. A continuación, añadimos el huevo y la sal y mezclamos lo justo hasta que la masa se homogeneice. 
  2. Engrasamos un molde de tartaleta con la base desmontable, y cubrimos con la masa. Pinchamos la base varias veces con un tenedor y enfriamos en la nevera durante un mínimo de 20-30 minutos.


- Para el relleno:

  1. Precalentamos el horno a 190ºC.
  2. Calentamos en un cazo la nata, el azúcar moreno (light brown sugar), la maicena y la sal a fuego medio hasta que hierva, removiendo frecuentemente. Tiene que empezar a espesar.
  3. Cuando la mezcla entre en ebullición y haya espesado, la retiramos del fuego.
  4. Para igualar temperaturas, añadimos una pequeña cantidad de esta preparación sobre las yemas de huevo. Batimos. Agregamos un poco más, mientras seguimos batiendo.  Agregamos el resto y batimos hasta obtener una mezcla homogénea. Añadimos la miel y la vainilla en pasta y volvemos a mezclar.
  5. Sacamos el molde del frigorífico, y vertemos esta crema sobre la masa.
  6. Horneamos 40-45 minutos a 190ºC. Dejamos enfriar por completo antes de servir (lo mejor es dejarlo reposar de un día para otro para que el relleno se asiente).
  7. Espolvoreamos la superficie con unas escamas de sal marina y servimos.


¡¡Un besazo!!

Comentarios

  1. Tiene un brillo especial con la miel, y tienes razón es muy importante usar buenos productos, como esa miel.
    besos,

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  2. Toda la razón. La miel de supermercado no sabe a nada, son prácticamente azúcares y otros añadidos que nada tienen que ver con tan noble producto

    ¡Besos mil!

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